Sopesar riesgos y costos del cumplimiento de obligaciones nos permite establecer prioridades, sin olvidar que pueden existir compromisos legales y estándares voluntarios que agregan valor a la gestión y que deben considerarse.
Dentro de esta etapa, donde definimos formas de cumplimiento, podremos reconocer aquellas que se pueden vincular. Así, una evidencia permite cumplir con dos o más aspectos, unificando y haciendo más eficiente la gestión.